martes, 25 de enero de 2011

CONEJO 2011...


A horas de recibir al Veinteonce, año del Conejo según el calendario chino, y  portador de “varios saltos” buenos y malos dice el mismo, no pude menos que desear que sean verdad. Es cierto, los malos momentos son los que hacen que los buenos sean valorados, dimensionados, y que éstos existan son el estímulo para seguir en la lucha.

Mirando atrás vemos que se nota la lucha de todos los que hacemos el día a día, el cotidiano, bien o mal pero haciéndolo.

Son muy pocos, y porque estos forman parte del equilibrio, los que con el pesimismo a cuestas hacen a veces mas difícil la lucha. Que éstos existan es también parte del aprimorarse a cada momento.

Como es momento de desear buenos augurios, deseemos que el año que se va nos haya dejado la lección necesaria para enmendar los errores, si los hubo, y celebrar los logros, porque es de errores y logros que se construye todo. En particular deseo que menos niños estén POR las calles y EN  las calles aprendiendo el “oficio” de ser “niños DE la calle” y que sus padres o encargados por fin puedan hacerse cargo de ellos.

Deseo que la educación, esa de los docentes mal remunerados, deje de ser negociable, y que nuestros niños de la educación pública,  no se sientan alumnos de segunda categoría.

Deseo que los hospitales tengan menos heridos, accidentados, o fallecidos por el consumo excesivo de alcohol, exceso de velocidad y/o menores al volante...
Deseo que cada ciudadano de nuestro inoxidable Paraguay haga su parte pues es que juntos podremos lograr empujarlo para adelante sin esperar o dejar que otros lo hagan...

Y hago míos también los ruegos hechos por la “Oración a  la Patria Argentina” pues Dios también es paraguayo, que dice en un trecho: “Jesucristo, Señor de la Historia te necesitamos. Precisamos tu alivio y fortaleza. Queremos ser Nación, una Nación cuya identidad sea la pasión por la Verdad y el compromiso por el Bien Común. Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios...”

Con la esperanza depositada en el Supremo, y como “yapa” las bondades del “año del conejo” es mi deseo que demos ese salto que todos necesitamos en nuestras vidas. Mucha Salud, mucha Paz, y mucho Amor. Feliz 2011 ¡! Chin Chin ¡!